Me encanta ese lugar! Frecuento la 25 desde chico, con mis padres. Después comencé a ir solo. Me gusta comprar biribas, Playmobill, unas cosas locas, y allá siempre hay alguna!
Tuve una época en que hacía música con juguetes y era allá que compraba ese material.
Generalmente voy y vuelvo a pie. Es una caminada muy placentera. Pero de vez en cuando, vuelvo de “trólebus” lo que tambien está bonisimo - bueno para mí, que me alejo del tráfico, y para la ciudad, que tiene su medio ambiente preservado, porque es mobido por eletricidad - energia limpia.
Llevo muchos amigos para que vivan esa experiencia conmigo. Vamos caminando y descubriendo cosas nuevas. Una vez llevé a uno que quedó pasado, el es de San Pablo pero aquella fue su primera vez en 25, y no lo pudo creer la locura. Fue demasiado para su cabeza.
Hoy el comercio en la región es más controlado, pero en aquella época habia mucha gente vendiendo cosas en la calle, era muy loco. Saliás de allí transtornado.
Cuando voy por esa vuelta hago muschos registros, filmo videos, grabo sonidos de las personas caminando - y me gusta todo ese desorden, pero tenés que estar en el espírito cierto, para andar por allí.