Cuando yo era adolescente y vivía en S.P, en el barrio del Morumbi, tenía la costumbre de hacer un asado antes de ir a los partidos de mi equipo de fútbol de corazón, el São Paulo -y pasaba por el Santa Barbara, en la calle Três Irmãos, para comprar las mejores carnes que podían encontrar en la ciudad.
Comenzó como una carnicería chiquita, pero sus cortes especiales hicieron que en los últimos tiempos, el Santa Barbara, se destacara. Era una cosa artesanal, había picaña perfecta - que a todo el mundo de aquí le gusta - chorizo de pernil, chorizo de lombo y de todo lo que podías imaginar en una época en que sólo era posible encontrar cortes industrializados de unas pocas marcas.
La cosa era juntar a toda la banda, los amigos, novios y novias, comprar carnes, cervezas y hacer un asado en la casa de alguien. ¡Y así es hasta hoy para muchos! Entonces Santa Bárbara comprendió el concepto del paulistano que le gusta hacer asado en los fines de semana.
Además de toda la variedad existente de carnes - entrañas, carne de avestruz… - de la más simple a la más sofisticada, a los sábados y domingos hay carne pre cocinada por ellos, todo muy correcto, cortado, higiénico, embalado a vacío para que lleves. Es otro nivel de carnicería, siempre un paso adelante que las otras casas de carnes.