Cuando era más joven, Vila Madalena era menos un barrio de fiestas chics y más un sitio para caminar por las calles sin reparo, visitando bares…
El Puxadinho da Praça rescata aquel sentimiento bohemio, y puedo llegar con ropa cualquiera solo para escuchar muy buena música, sin ostentación, ¿sabes?
No salgo mucho por las noches, pero cuando lo hago, me gusta ir a lugares roots. El Puxadinho es eso, aunque esté en medio de Vila Madá.
Es un lugar alternativo al lujo del barrio, con recitales de gente que está empezando, artistas famosos y también personas de las que nunca he escuchado hablar.
En Puxadinho tomo cerveza y a veces caipiriña. Tiene el ambiente perfecto para gente como yo, que no tiene la costumbre de salir, y la programación está llena de cosas fabulosas; el lugar va a contramano de la cultura de la ostentación, es una casa para encontrar gente de todo tipo. ¡Es ahí donde nos juntamos!